El pinsapo - ¿ Condenado a desaparecer ?

El pinsapo (Abies pinsapo) es una reliquia del Terciario, época en la que una rica y diversa flora de Gimnospermas ocupaba los pisos superiores de las grandes cadenas montañosas de este continente: Abies, Tsuga, Picea, Cedrus, Cathaya, Sciadopitys, Pinus, Larix. Las glaciaciones cuaternarias acabaron con buena parte de ellas. Géneros como Sciadopitys y Cathaya son hoy en día auténticos fósiles vivientes que tan solo han sobrevivido en Japón (Sciadopitys) y el sur de China (Cathaya). El género Tsuga presenta un área de distribución disyunta (América del Norte y Asia), al igual que un sinfín de géneros otrora presentes en todo el Hemisferio Norte (como los magnolios por ejemplo). Los demás géneros (Abies, Cedrus, Picea) lograron sobrevivir en el sur de Europa o el norte de África, donde se mantienen a duras penas poblaciones relícticas en lugares que no sufrieron con tanta intensidad los efectos de las glaciaciones. La expansión por todo el continente de Abies alba y Picea abies es, por otra parte, un fenómeno muy reciente.





El pinsapo presenta actualmente un área de distribución muy reducida en el oeste de Andalucía (ver mapa), que pone seriamente en peligro las poblaciones actuales de esta especie ante el reto que supone un aumento considerable de las temperaturas durante el siglo XXI. Los modelos predicen que su área de distribución se restringirá aún más, sobreviviendo esta esperce tan solo en las partes más altas de su actual área de distribución.





Cabría estar preocupados si no existiesen en la Península otros lugares en los que esta especie pudiese encontrar las condiciones necesarias para su superviviencia. Es importante no olvidar nunca que la repartición actual de muchas especies no se debe solo a la existencia de dichas condiciones. También tiene mucha importancia la historia. Tal como lo comentábamos al principio de este artículo, las glaciaciones cuaternarias hicieron desaparecer a muchas especies de amplias zonas en las que estuvieron presentes anteriormente. Que hoy en día no crezcan en esos lugares (si es que no desaparecieron totalmente) no significa que no tengan el potencial para crecer en ellos. El pinsapo es un claro ejemplo de ello, Basta con echar una ojeadita al mapa de repartición "potencial" del pinsapo para darse cuenta que su actual área de distribución es absolutamente residual:





Este mapa coincide, grosso modo, con las evidencias de presencia de polen de pinsapo en los sedimentos cuaternarios. De hecho, también resulta muy llamativo el éxito del cultivo de esta especie en muchos puntos del Sistema Central, como El Escorial por ejemplo, donde fue plantado a finales del siglo XIX en las faldas del Monte Abantos por los alumnos de la escuela de montes y donde se regenera naturalmente. Pero si alguna experiencia me parece particularmente rica de enseñanzas es la repoblación realizada con pinsapos en la Sierra de Santa Cruz (Orcajo, Zaragoza, Sistema Ibérico). En las faldas de esta sierra, a una altura relativamente modesta (menos de 1000 m de altitud), se plantaron pinsapos en exposición norte y el resultado ha sido un éxito asombroso, siendo muy abundante la regeneración natural de esta especie (ver fotografía).





Así que dejemos ya de ser más papistas que el papa e incluyamos al pinsapo y a su alter ego el cedro del Atlas en los programas de repoblación que se llevan a cabo en los lugares que le son favorables o que le serán favorables en el futuro. Sé que a muchas personas esta declaración de intenciones les parecerá el quebrantamiento de un tabú profundamente enraizado en nuestras conciencias (hablar de especies "exóticas" es como hablar del diablo) pero quisiera recordar desde aquí que si los modelos de los científicos no se equivocan y realmente suben 6 grados las temperaturas medias desde los tiempos preindustriales hasta finales del siglo XXI, los pisos de vegetación subirán casi 1000 metros y los grandes biomas se desplazarán hacia el norte al menos 1000 km. Así que, efectivamente, puede que el pinsapo y el cedro del Atlas desaparezcan o casi desaparezcan de su actual área de distribución, pero vaya porvenir les espera en el norte de la Península y en media Europa si acaso les damos esa oprtunidad !



Mapa repartición actual: http://www.biogeografia.netau.net/cartografia18.html

Mapa paleobiogeográfico: Paleobiogeografía del pinsapo en la Península ibérica durante el Cuaternario / Francisca Alba-Sánchez & José Antonio López-Sáez / In book: Los pinspares en Andalucía (Abies pinsapo Boiss.): Conservación y sostenibilidad en el siglo XXI, Edition: 1º, Chapter: Paleobiogeografía del pinsapo en la Península Ibérica durante el cuaternario, Publisher: Córdoba: Servicio de publicaciones, Universidad de Córdoba; Sevilla: Junta de Andalucía, Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Editors: José López Quintanilla, pp.21-39

Fotografía pinsapar OrcajoComuneros Calatayud



2 comentarios

  1. tienes total razon en lo que dices,estas coniferas como el cedro del atlas y el pinsapo deberian tener mas presencia en nuestras sierras.Yo de manera experimental estoy plantando semillas de los dos arboles en laderas peladas de la provincia de Burgos, y los resultados son fabulosos.

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  2. Me parece una iniciativa acertadísima. Ojalá cunda el ejemplo y logremos ofrecer a estas especies un futuro más halagüeño que el que muy probablemente les espera en buena parte de su actual área de distribución. Si acaso tienes alguna foto del experimento, no dudes en mandarme alguna con las pertinentes explicaciones (yurakuna@gmail.com). No es la última vez que voy a hablar del pinsapo y del cedro en este blog y me interesa mucho tener información de la presencia del pinsapo fuera de su zona de origen.

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